Un conjunto de sensaciones que no entiendo, a ratos de conciencia pareciera miedo, dolor, desilusión. A ratos irracionales, involuntarios tal vez, parece ser emoción, FELICIDAD, euforia. Me hacen pelear con el mundo y comenzar una batalla entre principios y situaciones, entre lo real y lo divino. Batallo conmigo misma para creer que no me gusta lo que siento y así frenar la carga de adrenalina que eleva el ego y desborda mi autoestima. Una sensación mística que se que desaparecerá en unos minutos, horas o días, eso me tranquiliza y a la vez me pone triste. Solo espero que el dejarlo escrito me permita revivirlo cuando lo necesite, aunque en el fondo espero que no pase nunca porque no quiero que se acabe.
Un lugar para expresar todos los sentimientos que les pueden suceder a los habitantes de Caracas y toda Venezuela cuando se dan cuenta de que el poco tiempo libre disponible está dedicado a la congestión del tráfico vehicular. Contenido: humor sarcástico.